¿ESTO O AQUELLO?

Una y otra vez, la pequeña mente se pregunta: ¿Cuál será la decisión correcta? ¿Será esto o aquello lo más acertado? ¿Qué tengo que hacer? Bajo su inquietud subyace la creencia de que la felicidad o la paz que anhela depende de lo elegir entre las alternativas que percibe.

¡Qué difícil se le antoja! ¡y cuánto esfuerzo mental para conseguir acertar en esa supuesta decisión correcta que por fin le dará lo que cree necesitar!

¿Y si fuera mucho más simple? ¿Puedes aceptar la posibilidad de que se abra una puerta muy diferente para ti, en vez de una simple elección entre opciones? Quizás, la respuesta a tus preguntas no viene del lugar desde donde se hacen las preguntas.

Deténte, aquiétate, descansa de tanta lucha. Sin más esfuerzo, sintoniza con la vida que está viviéndose en ti ahora, el aliento que está respirándose en tu pecho, la energía viva que te recorre, sea cual sea la forma que esté tomando.

¿Sabes? Eso que experimentas es la Vida queriéndose vivir a través tuyo. Permanece en ella. Hónrala con tu presencia y déjate atravesar por sus modulaciones, sean como sean ahora mismo. Sumérgete en el radiante presente, déjate inundar por la clara luz de este instante… ¡Está vivo! ¡Es lo único que está vivo!

No tienes que hacer nada más. No estás a cargo de todo eso que te parece tan importante controlar en otro tiempo que no existe. Ya estás aquí y la respuesta eres tú. Eres un instrumento de la existencia, ideado por ella para vivirse de un modo único a través tuyo, el modo en que ahora mismo lo está haciendo.

¿Puedes admitir que, todo lo que aquí se está dando, hasta el más mínimo detalle, está perfectamente diseñado para descubrir el tesoro, ese que tanto anhelamos y que proyectamos en un resultado futuro?

Deja que todo se mueva como lo está haciendo: la inquietud, el deseo de tomar una decisión inmediata, las emociones que se agitan en torno a esas opciones, tu respiración, tu latido… Acompaña todo, no te separes. ¿Y si la misma incertidumbre fuera una experiencia valiosa a sentir, permitir y abrazar? Permanece en esta apertura silenciosa, en ese “no saber”. Intimidad, confianza, espaciosidad… es tu esencia.

Quizás vaya revelándose un espacio más profundo, una paz muy íntima y entrañable que no depende de ningún movimiento ni decisión, que siempre ha estado aquí, esperándote. No tiene forma, pero de ella surgen todas las formas. Es pura potencialidad. Unidos a ella, descansando en ella, somos llevados fácilmente y todo va resolviéndose de un modo creativo y fluido al que simplemente nos adherimos, sabiéndonos cuidados y atendidos, amados y deseados por una Gran Vida de la que somos hijos.

¿Dónde encontrarla? Aquí, en la intimidad de este instante.

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