LA NAVIDAD QUE SIEMPRE ES POSIBLE
¿Cuándo llegará el AMOR aquí dentro?
Miro y encuentro un espacio devastado, dolorido, tenso.
Aparece un sentimiento de rechazo
junto a un cansino impulso de recomponerlo.
¿Cuándo llegará el AMOR aquí dentro?
Mi territorio, abandonado,
se ha quedado apagado, mustio, sediento.
Las legiones de pensamientos que lo azotaron desaparecen en el horizonte
dejando un espacio removido y polvoriento.
¿Cuándo llegará el AMOR aquí dentro?
Confusión, prisa, impotencia, desaliento…
Tantas criaturas perdidas, sin techo,
anhelando amor, vida, reconocimiento…
¿Cuándo llegará el AMOR aquí dentro?
Me quedo por fin, rendida, sintiendo…
Ya no intento nada más.
Me entrego.
Contemplo este instante de vida,
cansado de tanto esfuerzo.
Silencio.
¿Cuándo llegará el AMOR aquí dentro?
Abrazando cada herida,
sin separarme de nada de lo que siento,
reconozco a Dios disfrazado de dolor, de cansancio, de anhelo…
Estaba aquí, bajo estas formas que rechazaba con miedo.
Lo buscaba en los brillos, en las cimas, en los templos…
El AMOR vive en mis entrañas,
pidiendo acogida en una noche sin tiempo.
Le ofrezco mi pesebre,
me ofrece su humilde lecho.
Y, por fin, lo acepto:
Mis sensaciones, mis sentimientos, cada ínfimo detalle… son su cuerpo.
Me fundo sin miedo con la divinidad que palpita en ellos.
Una con todo,
recupero mi integridad,
desapareciendo por dentro.
El AMOR nunca se ha ido.
Descansaba en el silencio esperando mi regreso.